3/01/2011

comunicado real


El Rey y la Reina de M’alanoderia (¡Larga vida a ellos!) consideran de vi(r)t(u)al importancia difundir la siguiente información:
En el reino vecino de traiciónlandia (antes Kah-Nu-Lji) se está sobre-adoctrinando secretamente al campesinado en el arte del contorsionismo con el único propósito de alcanzar el homo complementus: una peculiar ramificación del proceso evolutivo-inducido que ambos reinos, el glorioso M’alanoderia (¡Larga vida al Rey y la Reina!) y la despreciable, vituperable, ciertamente deleznable traiciónlandia, han estudiado veladamente con el apoyo místico e intelectual de sus más grandes nigromantes posmodernos y biólogos positivistas del novecento. Dicho proyecto, encarado en sociedad por ambas naciones con el fin de unir fuerzas contra terceros, implicaba el anudamiento (calculadamente reversible) de los humanos y humanoides a disposición de la región fronteriza con el fin de que se adhierieran sus cuerpos y consiguieran alcanzar una olvidada, inexistente y mejor etapa en su tránsito a la perfección que se sospecha posible gracias al análisis de los monumentos filológicos y arqueológicos que constituyen los Sacro scripsi Cosmopolitae Revistae[1] que incontables filólogos estudian con ahínco exclusivamente en viajes de colectivos intergalácticos los días martes o en baños de familiares sin mejor literatura.
A los fines de procurar la seguridad de nuestra querida patria, M’alanoderia (¡Larga vida al Rey y la Reina!) e imposibilitar la perpetuación del trapero plan de traiciónlandia, se instituirá un horario de entrenamiento diario que oscilará entre las cuatro horas y las noventa mil horas, de acuerdo a las necesidades que las autoridades a cargo dictaminen.
A los fines de acelerar el entrenamiento, la población deberá proveerse de los siguientes elementos:
-Topolino
-Pan lactal Fargo (blanco, rodajas finas)
-Una botella de agua mineral de 2 (dos) litros cada dos individuos
Finalmente, bajo el mandato de nuestros amados y Excelentísimos Reyes de M’alanoderia (¡Larga vida a ellos!), se exige a la población que ataque cuanto traiciónlandense pueda, so pena de ser excluido del homo complementus m’alanodereano y posteriormente aplastado con todo el peso de la ley (literalmente sería cascoteado hasta su defunción con todos los ejemplares –comenzando por los de tapa dura- disponibles de las distintas constituciones de éste y cualquier otro reino que sea necesario utilizar con tal fin).
Firman:
Rey Aperiódico Laichúnistin IV de M’alanoderia y Reina Orquídea Malvaloca Discreta del Otoño de M’alanoderia.


[1] Idioma zombie, o sea muerto-vivo. Pseudo-latín.